viernes, 13 de diciembre de 2013

Las estructuras de los partidos políticos atan y someten a sus legisladores obedientes

Tierra Libre del sábado 14 de diciembre del 2013


Editorial de la revista Punto a punto 


LAS ESTRUCTURAS DE LOS PARTIDOS POLÍTICOS ATAN Y SOMETEN A SUS LEGISLADORES OBEDIENTES
En nuestra editorial anterior nos hemos referido a “democracia directa”, donde la participación y las decisiones del pueblo pesan,. También lo hicimos sobre la democracia indirecta donde aquellos que se dicen “representantes” se atribuyen el poder de decisiones, aún en contra de la voluntad de su pueblo.

Ahora bien hay hechos que en la vida política no tienen explicación, salvo que se conozcan las causas que los originan. Y este absurdo no siempre es comprendido por el general de nuestro pueblo por aquello que no sabe lo que está ocurriendo y ni siquiera sabe que no lo sabe, debido al gran desinterés que se muestra respecto a la vida de los partidos políticos, aún en temas trascendentes como estos de la marihuana y de ARATIRÍ, y que afectan directamente a toda la sociedad.

Todos escuchamos hablar de la ley MARIHUANA, rechazada por más del 70% de nuestra población, condenada por especialistas en esta materia y suprimida por su ineficacia en países que lo experimentaron, como Holanda, y es cuestionada por el Bureau Internacional de las Naciones Unidas, porque transgrede el acuerdo firmado por el Uruguay, también cuestionada por su inconstitucionalidad, y sin embargo apurada por Mujica para que se vote, sometiendo a los legisladores a “ESTRUCTURAS PARTIDARIAS POLÍTICAS, que atan y someten a los legisladores a sus decisiones.

Prueba de ello es lo sucedido en la Cámara de Diputados, cuando el FA legitimó el consumo de la marihuana quedó en evidencia que los legisladores se deben a sus partidos, y no a su conciencia y a la voluntad del pueblo que los eligió. Se votó una ley contra un 70% y más de la población que no la quiere, según encuestas recientes. Téngase presente también el reclamo que ha hecho Brasil en contra de la misma. Acercamos a la audiencia dos ejemplos del momento, que confirman, como las estructuras partidarias atan y someten a los legisladores: uno del partido gobernante, el Dr. Darío Pérez, que no duda en calificar al proyecto marihuana, como una ley de “bosta” y pide un mes para pensar, aunque se impuso el partido y luego terminó votando por disciplina partidaria, botando su conciencia y la voluntad popular por la borda. Un segundo caso, que poco trascendió, pero que sucedió en la propia sala, el legislador colorado Glodosky de la corriente Bordaberry, que estaba dispuesto a votar a favor de la nueva ley, equivocado o no, se lo obligó a disciplinarse a la corriente partidaria a la que pertenece para que no la vote.

¿Por qué en lugar de tanta preocupación por legislar la legitimidad del consumo de marihuana, sabiendo que hay unos 200 mil consumidores en nuestro Uruguay, no se han preocupado el gobierno y los legisladores por crear centros de recuperación de aquellos que son adictos, tanto a la pasta base como al consumo de la marihuana y de cualquier otra adicción?

Por favor no nos llamemos a engaño! Por suerte hay amigos farmacéuticos del barrio que se negarán a venderla, ejemplo que tendrían que tomar otros y no esperar que suceda lo peor y luego tener que lamentar.

Y ¿sabe usted porqué sucede esto? Porque hay reglamentaciones no declaradas de los partidos que disciplinan y someten a los legisladores, privándolos de su libertad y conciencia. Importa más la disciplina partidaria que su propia conciencia como legislador del pueblo.

Nos seguimos haciendo las mismas preguntas de siempre, que usted tampoco puede dejar de hacérselas como CIUDADANO, responsable de lo que está pasando en nuestro país, porque no debemos lavarnos las manos como se las lavó Pilatos: ¿los legisladores, por quiénes fueron electos, por los partidos o por los ciudadanos? ¿se ignora acaso que los partidos son simples instrumentos de la democracia?, ¿quiénes pagan sus sueldos onerosos? por cierto, aunque nuestro Presidente quiera negarlos enfáticamente. ¿Por qué de sus sueldos están obligados a dar parte a sus partidos? cosa de los partidos, pero los sueldos que pagamos nosotros ¿son para que luego los gasten en propaganda política en las elecciones?,

Sus viáticos para pasear por el mundo, sus secretarios, sus gastos para compra de diarios y uso del celular, sus licencias, sus jubilaciones abultadas, cuándo las nuestras son miserables, sus seguros de paro durante un año, cuando cesan en sus funciones, mientras que la gente que trabaja tiene derecho sólo a seis meses. Todo paga JUAN PUEBLO, que no siempre sabe lo que paga, ni para qué lo paga.

De ahí nuestra propuesta de cambiar la CONSTITUCIÓN para terminar con este sistema perverso de partidocracia y tener auténticos representantes del pueblo. Terminar con las reglamentaciones absurdas de las Cámaras y de sus conveniencias que obstruyen el buen funcionamiento de la Constitución.

A usted, amigo oyente, sus conclusiones.

Hasta una próxima, donde seguiremos profundizando este aspecto de “estructuras partidarias”, si así usted lo dispone.



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